Puedes asarlos y congelarlos
Los metes en el horno (que no se peguen unos con otros) con un papel especial de horno en la bandeja. Pones la temperatura como a 225. Les vas dando vueltas para que se tuesten por todos los sitios por igual y cuando veas que están blanditos, pues apagas el horno. Dejas que se enfríen y los vas pelando con los dedos, se va muy facilmente la piel, y retiras tambien las pepitas. Los vas cortando en tiritas lo más finas posible, no importa si se van rompiendo, pero que sean finitas. Los vas colocando en un bol, en el que habrás volcado todo el jugo que sueltan al cocer. Después de cortarlos los vas metiendo en bolsas transparentes, de esas que venden para bocatas, y le vas añadiendo un poquito de jugo a cada bolsa. Lo cierras muy bien y al congelador. Entonces para prepararlos en ensalada, sacas una bolsita la noche anterior y lo metes en el frigo. Cuando se haya descongelado la vuelcas en una fuente honda y le añades un poco de cebolla muy picadita, un buen chorreón de aceite de oliva y sal. Para chuparte los dedos. Va muy bien con cocido o un plato caliente. La puedes tomar tambien como cena, si le añades ademas un huevo duro picado y unos trozos de melva en aceite. Buen provecho!!!