Mejor que crudos...
Hay que limpiar y hacerlos al vapor.
Para ello no es necesario agregar agua: se meten en una olla, se tapa, y en cuanto hierva, se cuentan dos minutos, y se apaga el fuego.
Los mantenemos tapados, se espera a que enfríen, y después se pueden congelar, con o sin concha (uy!).
Les arrancas los pies antes (esos pelillos).
Después se cuecen directamente del frigo, o se dejan descongelar si se quieren saltear.
Os recomiendo hacerlos a la parrilla, echándole a las brasa hierbas aromática y poniendo una tapa para que se ahumen.
Si se hacen con hojas de pino frescas, toman un aroma balsámico que combina perfectamente en una ensalada, o con un picadillo de pimientos y cebollas en vinagreta.
Sean felices!