Con roquefort
Para esta receta, claro, te tienen que gustar los quesos fuertes, tipo Roquefort, Gorgonzola, etc. Una vez fritas las albóndigas (yo les echo más o menos lo que tú, aunque la sugerencia de más abajo de echar manzana rallada me ha encantado, la probaré), las sacas de la sartén, y en la sartén echas media copita de brandy o vino blanco, o jerez (yo normalmente uso jerez), cuando se ha evaporado, caldo de carne (depende de la cantidad de salsa que quieras obtener), el roquefort en trocitos y sazonas. No olvides sazonar, aparte de la sal y la pimienta, con un poquito de azúcar, para quitar el sabor tan fuerte del queso azul. Y finalmente, unas nueces peladas y troceadas, las albóndigas, por supuesto y al horno un ratito no muy largo. Son un lujo...