Amasa bien!!!
Yo hago las rosquillas muy a menudo y a todo el que las prueba lo que les sorprende es lo blanditas que están. Puedo tenerlas una semana y siguen blandas. Las claves son dos:
1. Amasa mucho la masa. Cuando creas que ya está lista y no se pegue ni a las manos ni a la mesa, sigue amasando unos cinco minutos más. Se que es cansado, pero es necesario.
2. El aceite (de oliva). No puede estar muy caliente. Hay que freirlas despacio de esta forma, crecerán y se esponjarán más. De lo contrario se arrebatan y quedan duras. Hazlo así y ya me contarás
Espero haberte ayudado.