500 gr. de calamares (ya limpios)
4 ó 5 ajo
4 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de vino blanco
perejil picado
Cortar los calamares en trozos. En una paella con un poco de aceite sofreír el ajo, añadir los calamares y dejar que se vayan cociendo a fuego muy lento. Remover constantemente con un tenedor de madera para evitar que se queden pegados.
A continuación añadimos el vino y dejamos un par de minutos para que se reduzca un poco.
Añadir perejil picado y servir caliente